El cabello maltratado y rizado es algo bastante común. La estructura de un cabello rizado u ondulado suele ser más susceptible al daño, tendiendo a resecarse y romperse con facilidad.
Esto se debe a la porosidad capilar, una condición donde las cutículas del cabello, esa capa externa que protege el núcleo del pelo, permanecen abiertas, impidiendo que el cabello retenga la hidratación y los nutrientes esenciales para mantenerse saludable, resultando en un cabello poroso.
Para ayudarte a identificar si tu cabello entra en esta categoría y cómo puedes tratarlo adecuadamente para recuperar su brillo y salud, hemos preparado algunos consejos valiosos.
La forma natural del cabello rizado impide que la grasa natural se distribuya por todo el cabello, lo que causa falta de hidratación y una protección deficiente en las puntas. Esto lleva a que las cutículas del cabello se abran, impidiendo la absorción adecuada de nutrientes e hidratación.
Si notas que tu cabello está opaco, quebradizo, áspero y con una textura más gruesa de lo normal, es probable que esté experimentando un alto nivel de porosidad y necesite un cuidado especial para recuperarse.
1. Cabello con porosidad baja: tiene las cutículas más cerradas, lo que dificulta la absorción de agua o de tratamientos capilares.
2. Cabello con porosidad media: tiene las cutículas ligeramente abiertas, permitiendo alguna absorción pero no lo suficiente como para mantener el cabello saludable.
3. Cabello con porosidad alta: tiene las cutículas abiertas, lo que hace que el cabello sea más frágil y seco, absorbiendo los nutrientes pero sin retenerlos por mucho tiempo.
La acidificación capilar es un tratamiento que ayuda a estabilizar el pH del cabello. El cabello tiene un pH ácido, y al realizar un tratamiento acidificante, puedes equilibrarlo, cerrando las cutículas capilares y mejorando la retención de agua en el cabello. Incorpora este tratamiento en tu rutina semanal para revitalizar tu cabello.
El cronograma capilar es crucial para recuperar y mantener la salud del cabello, con etapas de nutrición, hidratación y reconstrucción. La nutrición repone los lípidos, creando una barrera protectora; la reconstrucción devuelve masa y densidad con aminoácidos, queratina y proteínas; y la hidratación rellena el cabello con agua. Estos pasos son esenciales para manejar la porosidad y asegurar un cabello sano y luminoso.
El uso frecuente de planchas, tenazas o secadoras puede dañar la estructura del cabello, haciéndolo más frágil y propenso a la pérdida de nutrientes e hidratación. Un buen protector térmico puede sellar las cutículas y proteger el cabello de las altas temperaturas, previniendo así la porosidad.
Para lograr un cabello brillante, saludable y sin aspecto reseco, la nueva línea Elvive Glycolic Gloss es tu aliada perfecta. Con Ácido Glicólico en su fórmula, esta línea promete un efecto espejo en tu cabello, aumentando su brillo y sellando las cutículas para combatir la porosidad.
Siguiendo estos consejos y utilizando los productos adecuados, podrás recuperar la salud y el brillo de tu cabello, mostrando unos rizos hermosos y nutridos.
