¿Qué es el Cabello de Baja Porosidad?
Aunque no lo parezca, tu cabello funciona de manera similar a una esponja: cada hebra tiene diminutos poros que permiten que la humedad entre y salga. La porosidad se refiere a cuán bien tu cabello puede absorber y retener esa humedad.
Para visualizarlo mejor, imagina las cutículas de tu cabello como si fueran tejas en un techo. Cuando estas "tejas" están levantadas, el cabello es más poroso y absorbe la humedad fácilmente. Sin embargo, cuando están muy cerradas, como en el cabello de baja porosidad, es difícil que la humedad penetre.
El cabello de baja porosidad es común en personas con hebras más gruesas y lisas. Aunque ciertos hábitos de cuidado capilar pueden modificar la porosidad de tu cabello (por ejemplo, decolorarlo puede aumentar su porosidad), en su mayoría, la porosidad está determinada genéticamente.
Cómo Identificar si Tienes Cabello de Baja Porosidad
Un claro indicador de cabello de baja porosidad es cuando te cuesta trabajo hidratar tu pelo. Puedes intentar todo, desde aplicar agua hasta usar diferentes tratamientos para el cabello, y aún así, tu cabello tardará en absorber la humedad. Además, este tipo de cabello suele tardar más en secarse al aire y es más propenso a acumular residuos de productos que otros tipos de cabello.
Una prueba sencilla para entender la porosidad de tu cabello es la prueba de flotación. Solo tienes que tomar una hebra de cabello limpio y dejarla caer en un vaso con agua. Si tu cabello flota en la superficie antes de hundirse, es probable que tengas cabello de baja porosidad. Por otro lado, el cabello más poroso se hundirá de inmediato.
Los Mejores Productos para el Cabello de Baja Porosidad
Cuando busques productos para cabello de baja porosidad, es crucial elegir fórmulas que hidraten sin apelmazar. Es importante evitar cremas densas, pomadas, y aceites pesados, ya que pueden dejar tu cabello sintiéndose pesado.
El champú ideal para cabello de baja porosidad debe enfocarse en eliminar la acumulación de residuos sin quitarle humedad a tu cabello. Un acondicionador ligero para cabello de baja porosidad es también una excelente elección. Nos encanta el L'Oréal Paris EverPure Sulfate Free Weightless Blow Dry Primer for 48HR Frizz Control, ya que protege contra el calor, controla el frizz y nutre el cabello sin apelmazarlo.
Cómo Cuidar el Cabello de Baja Porosidad
Si bien puede ser complicado que la humedad penetre tu cabello de baja porosidad, no es imposible. Solo se necesita el enfoque correcto. Aquí te dejamos algunos consejos:
- **Evita el agua caliente:** Una ducha caliente puede ser relajante, pero también puede resecar tu cabello. Opta por agua tibia y mantén tus duchas breves.
- **Prueba un vaporizador para el cabello:** Aunque el agua caliente directa puede ser dañina, el vapor puede ayudar a abrir las cutículas de tu cabello, permitiendo una mejor absorción de los productos.
- **Usa un sistema de cuidado capilar hidratante:** El champú y acondicionador L'Oréal Paris EverPure Sulfate Free Moisture son ideales para añadir a tu rutina de ducha, proporcionando una hidratación profunda.
- **Acondiciona profundamente de manera regular:** Un acondicionador profundo es esencial para proporcionar a tu cabello una hidratación más completa. Te recomendamos probar la L'Oréal Paris EverPure Simply Clean Elastic Fiber Masque para una nutrición intensa.
- **Usa sérums capilares:** Elige fórmulas ligeras para no apelmazar tu cabello. El L'Oréal Elvive Hyaluron + Plump Moisture Plump Serum es una excelente opción para retener la humedad sin pesar.
- **Cubre tu cabello por la noche:** Dormir con un gorro de seda o satén puede prevenir la pérdida de humedad. Si no es lo tuyo, considera usar una funda de almohada de seda o satén.
- **Prueba un tratamiento pre-champú:** Los tratamientos pre-champú pueden facilitar la absorción de humedad. El L'Oréal Paris EverPure Bond Strengthening Pre-Shampoo Treatment es perfecto para fortalecer tu cabello desde dentro.
Recuerda, el cuidado del cabello de baja porosidad no es muy diferente del cuidado de otros tipos de cabello. La clave está en mantener una rutina constante, evitar el calor excesivo y los tratamientos químicos, y realizar cortes regulares para minimizar las puntas abiertas.
